viernes, 2 de noviembre de 2018
Dos-de-Noviembre III o La luna y su calavera
Tibia y grande la luna
resplandeciente, en silencio
atraviesa las ventanas
y reparte la fortuna
Puedo sentir ya sus pasos
acercándose fortuitos
titilando, centelleantes
con su luz de aerolito
Oigo claro su descenso
crujir bajo de mi almohada
Fuerte llega su perfume
que de incienso es una nube
Hoy viene a orquestar
de ánimas mil conciertos
pues esta noche es de fiesta
hoy es Día de los Muertos
Esta noche es de flores
de un fragante amarillo
Esta noche es de viento
es de amores, es de amigos
En la casa hay una ofrenda
que los espera ansiosa
con papeles de colores
y comida deliciosa
Hoy la muerte ha de vestirse
de sombrero y con estola
pues quiere unirse al festejo
Hoy no quiere estar sola
Así que santos difuntos
la llevarán de la mano
a visitar los panteones
en que los velan hermanos
Esta noche es posible
saludarla a ella de frente
sin tristeza y sin miedo
celebramos a La Muerte
Tibia y grande la luna
emite un brillo fino
e ilumina así la tumba
que de todos es destino
Mientras nos llega ese día
disfrutemos el momento
para que cuando haya que irse
nos podamos ir contentos.