Abrí los ojos buscando distraerme de las cosas que traigo en la cabeza
Afuera, miré el mundo
vi niños en balsas, vi hombres de puños alzados y palabras que matan
Cerré los ojos y fui a refugiarme en mis oídos
escuché el eco de una voz que llamabame decía que en su espacio hay poco, o nada
nada que no sea el aire
nada más que sus dos manos
con las que aferrarse a su tierra y la salva
Abrí los ojos y quise esconderme en mi boca
probé la sallamí el azúcar
y en la garganta sentí resbalar la saliva
que se quedó atorada a la altura de un nudo
Cerré la boca y le pedí ayuda a mi olfato
olí la gasolina quemadala colina en llamas
En un último intento desesperado
busqué alivio en mi tactoy en el suave calor de un abrazo
encontré
que no todo tiene
por qué ser tan malo.
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