domingo, 21 de mayo de 2017

Treinta-y-ocho

I
—38, ¿puedes creerlo?
—¿Qué?
—Pues lo que te estoy diciendo
—Perdón, no te escuché
—Que si puedes creerlo
—¿Qué?
—Ash, olvídalo


II
Esa, ¿es mi cara? Creo reconocer los ojos. No, ¿esos son mis párpados? Deben serlo. Abren. Cierran. Parpadeo. Sí, soy yo. Sigo aquí. Estoy parada frente al espejo. Ya lo sé. Te veo. ¿Es en serio? Sí. ¿Y esas pecas? El sol. Odio el sol. Ya lo sé. ¿Por eso está triste mi mirada? Es raro, no me siento triste. Debes estarlo. ¿Por qué lo dices? Mírate. Eso hago. Pues ahí está. En mi cara. ¿Esa es mi cara? Debe serlo. La nariz. Las mejillas. Es cierto. Debe serlo. Sigo aquí. Qué bueno.


III
—Parece increíble, ¿no?
—¿Qué?
—Pues lo que te estaba diciendo
—Perdón, no te escuché
—Que parece increíble
—¿Qué?
—Ash, olvídalo


IV
Ah, oye…
Feliz cumpleaños.